Trabajo de Erika Altman |
Habían conseguido sobornar a una de las gemelas,
la encargada de la vigilancia en la torre central. Sin embargo, no encontraron
ninguna hache muda y sigilosa que las ayudase a llevar a cabo su HuiDa. Las
tres vocales, con la tinta imborrable que sustancia lo perpetuo, siguieron
encerradas en la CiuDaD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario