© Alex Usquiano
Cuando me presentaron a Carol, nos dimos la mano amistosamente. Ahora todo es una guerra. Ya no puedo escribir; por más que suplico o amenazo, no hay manera con estas dos manos torpes. A Carol no le irá mejor, su mano y la mía peleadas por hacerlo todo. Tendré que llamarla y quedar para devolvérnoslas. Podría haberme dicho que era zurda.
5 comentarios:
Ja, ja, ja. Muy bueno.
muy buena sergio.
Muchas gracias, chicas!
Buenisimo!!! =)
Gracias, Guille!
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