miércoles, 14 de septiembre de 2011

Vaso resquebrajado


Si mira el vaso medio lleno, su vida ha sido una continua aventura. Si medio vacío, ha sido un camino solitario, lamenta que la vejez lo haya encontrado sin nadie a su lado. Mira el vaso y no se decide. Lo vacía de un trago, lo vuelve a llenar. Lleno. Vacío. Lleno otra vez y ahora vacío. Así las veces necesarias hasta que el sopor le secuestre los recuerdos por una noche más. Entonces el vacío del sueño. Tal vez muy pronto, el vacío de la muerte. Lo único que, a estas alturas, lo llenaría de paz.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un vaso lleno de buenas y malas vivencias lo sostiene, si por el contrario está vacío, es que la soledad se lo ha bebido.
Buena moraleja!

Con tu permiso me quedo a seguirte, Saludos!

Sergio P. Migoya dijo...

Sin necesidad de permiso y con agradecimiento. Sí, se lo ha bebido: no se sabe si al vaso o a él.

Besos castos...