lunes, 14 de julio de 2008

La aparecida


—Que te digo que es una fantasma.

—No, tío, no. Que los fantasmas dan miedo, ¿no ves lo guapa que es, atontao?

—¡Pero mírala cómo brilla!

—Aura, se dice.

— Pues eso, ¿no ves tú o qué? ¡Y además flota!

—La verdad es que lleva sábana blanca.

—Lo que yo te diga: un fantasma.

—¡Boh! Pues si que... ¿Y eso da miedo?

—Para nada. Anda, vamos a decirle al Perolas, que lo va a flipar.

Los dos niños se alejaron, no sin varias veces girarse para enseñar la lengua a la Virgen, sonrojada en su beatífica pose de brazos abiertos.


6 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

me ha gustado ;)

Sergio P. Migoya dijo...

me ha gustado que te gustase :P

Elise Reyna dijo...

quienes son estas niñas? no se porqué tengo alguna sospecha :)*
Cariños
Lucía

Sergio P. Migoya dijo...

no, no, que mis sobris son más peques :D Además que el del gorrito parece más bien un nene. Es que ya me dirás qué imagen ponía sin destripar el desenlace, jeje.

Anónimo dijo...

HOLA!! Porquè no has vuelto a escribir nuevos mini cuentos...siempre te leìa.Son buenos,ojalà sigas.Saludos desde Venezuela.Sandra

Martín Gvevara dijo...

Buen blog, gracias a blogesfera te he encontrado.

Saludos!
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me gustaria que opinaras en el microrelato "Soñe Justicia"

http://concurso-tallerliterariorg.blogspot.com/2008/07/soe-justicia.html

Gracias.