
—Que te digo que es una fantasma.
—No, tío, no. Que los fantasmas dan miedo, ¿no ves lo guapa que es, atontao?
—¡Pero mírala cómo brilla!
—Aura, se dice.
— Pues eso, ¿no ves tú o qué? ¡Y además flota!
—La verdad es que lleva sábana blanca.
—Lo que yo te diga: un fantasma.
—¡Boh! Pues si que... ¿Y eso da miedo?
—Para nada. Anda, vamos a decirle al Perolas, que lo va a flipar.
Los dos niños se alejaron, no sin varias veces girarse para enseñar la lengua a la Virgen, sonrojada en su beatífica pose de brazos abiertos.
6 comentarios:
me ha gustado ;)
me ha gustado que te gustase :P
quienes son estas niñas? no se porqué tengo alguna sospecha :)*
Cariños
Lucía
no, no, que mis sobris son más peques :D Además que el del gorrito parece más bien un nene. Es que ya me dirás qué imagen ponía sin destripar el desenlace, jeje.
HOLA!! Porquè no has vuelto a escribir nuevos mini cuentos...siempre te leìa.Son buenos,ojalà sigas.Saludos desde Venezuela.Sandra
Buen blog, gracias a blogesfera te he encontrado.
Saludos!
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me gustaria que opinaras en el microrelato "Soñe Justicia"
http://concurso-tallerliterariorg.blogspot.com/2008/07/soe-justicia.html
Gracias.
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