sábado, 14 de junio de 2008

Por la boca muere el pez

'El banquete de los dioses', Frans Floris de Vriendt
La fiesta de despedida del XIV Congreso Mundial de Divinidades estaba en su apogeo. Mayahuel ofrecía el pulque que manaba en catarata de sus cuatrocientos pechos a todo aquel que quisiese arrimar la boca. Jesús y Dioniso mantenían inagotables las reservas de vino mientras Osiris hacía otro tanto con la cerveza. Ménades y bacantes se mezclaban con los Centzon Totchtli y algún que otro ángel borrachín en una apoteosis de alcohol y sexo.

Alá contemplaba el espectáculo sentado en un rincón. De vez en cuando, lanzaba una mirada de súplica a su profético ayudante.

—¡Ah! —se encogía entonces de hombros Mahoma—, pues no haberlo dicho.


2 comentarios:

INSOMNE dijo...

pues para serte sincero no entendi bien el cuento jajaja... creo q esta vez fuiste como muy eliptico o algo asi...no lo tomes a mal por favor... la verdad q me gusta mucho lo q haces y te vote "para cuando el nobel". saludos

Sergio P. Migoya dijo...

Pues con la duda te quedarás, jeje, que ni los chistes ni los cuentos es bueno explicarlos. Graciñas por pasar!