jueves, 19 de febrero de 2009

De locos


Un niño se coló por una ventana chica en el edificio donde su mamá le había dicho que vivían los locos. Vio en una sala a varios señores mirando tele, el infinito o jugando rompecabezas. Les dijo hola y unos empezaron a reír, otros a saltar y alguno a palmotear las paredes. Uno lo tomó de la mano y en un abrir y cerrar de ojos otros se unieron y empezaron a jugar al corro de la patata. Luego les quiso enseñar piedra, papel, tijera y fue divertido, porque algunos sacaban a la segunda y otros ponían siempre piedra. Un señor era increíble, le hacía cosquillas y le pellizcaba y nada, imitaba la mar de bien a una estatua. Entonces al niño le apeteció cantar y varios aullaron muy gracioso a su ritmo.

En ese momento un celador, malhumorado de haber sido despertado de su siesta, entró impetuosamente en la sala. El niño pensó “¡Huy, un loco!”, y se fue a esconder detrás de uno de sus nuevos amigos.


2 comentarios:

INSOMNE dijo...

hola sergio! aca ando viendo q hay y me doy cuenta q has vuelto a escribir........yo deberia retomar tambien un nuevo blog!je ya veo q hago... en fin saludos!

Anónimo dijo...

a veces me paseo por tu blog. me gusta como escribes y esta entrada en especial pues me hizo sonreir cuando estaba muy triste...