sábado, 31 de mayo de 2008

No siempre


Recogiendo flores, una mujer enamorada encontró un trébol de cuatro hojas:

-¡Qué suerte! -se dijo.

Arrebatada de amor, empezó a deshojarlo.

-Me quiere, no me quiere, me quiere... ¡Oh, qué mala suerte!

4 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

Una vuelta de tuerca buenísima!

Sergio P. Migoya dijo...

Gracias. El amor, que nos vuelve tontos xD

Vintage dijo...

BUENISIMO DE VERDAD

muakkkkkkkkk

Sergio P. Migoya dijo...

Gracias, Ester. Es poco peaje el volvernos tontos en estos casos.

Un beso de cuatro hojas...