jueves, 23 de octubre de 2008

Circus interruptus


La tensión se palpa en el ambiente cuando el hombre empieza a caminar sobre la cuerda floja. De repente, la tensión se apodera de la cuerda. El equilibrista sale despedido, atraviesa la carpa y se pierde en la infinitud. La cuerda saluda con un giro de comba infantil y agradece su colaboración al público, que se parte las manos a aplaudir.


5 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

¡¡¡¡ qué bueno!!!! genial, genial!!!!!!

Sergio P. Migoya dijo...

xagerá! jaja. Gracias y besote...

INSOMNE dijo...

jajaja volvemos a lo clasico de vos! como siempre ingenioso.... y hasta chistoso jajaja.....

Sergio P. Migoya dijo...

Sí, es verdad, un típico desvarío de los míos :D Gracias por pasar!

Esteban Dublín dijo...

Sergio, excelente microcuento. Con tu permiso te voy a incluir en mis enlaces. Tenemos el mismo interés por los minis.