martes, 14 de octubre de 2008

Tragedia de identidades


Le dices a Laura que la quieres, aunque tu yo sabe que no es cierto. También lo sabe su yo pero no se atreve a contárselo, porque ama profundamente a tu yo (amor correspondido). Ambos temen que, si ella descubre que no la quieres, no puedan volver a verse.

Por tu yo, dices, es que sigues con esta farsa. No debieras.


3 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

Y además tremendamente cierto (en la mayoría de los casos...)
Muy bueno.
Saludos!

Sergio P. Migoya dijo...

No sé yo. ¿O es mi yo el que no sabe?

Gracias por la visita y biquiño

Anónimo dijo...

¿Cómo non se vai querer a Laura? O difícil sería o contrario, e o imposible, ser correspondido