Un vampiro, de rostro exánime y mirada intensa, ataca a la niña en su regreso del colegio. Ella luego, con el desconcierto que generan tales acciones, habrá de tomar el suceso como un sueño, no del todo amargo. Pero he aquí que en su casa cruza ante un espejo, y gime y desespera al ver que no se ve. Entonces, angustiada, salta Alicia al otro lado, en busca de su imagen perdida.
El hombre abanderado
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En la vieja Europa (¿cuál será la nueva?), es tradición que se identifique
a la derecha conservadora con el color azul y a la izquierda progresista
con el...
Hace 15 años
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